Humanizar la educación
¿Quien dicen ustedes que soy yo?
¡El que pierda su vida por mi la salvará! (Lc, 9,18 y ss.)
Hemos hablado de humanizar la educación en el foro de Px del 22 de Junio pasado y hemos respondido a la pregunta que plantea Jesús en el Evangelio: ¿quién dicen ustedes que soy yo? Nuestro decir ha sido un reflexionar, una orientación para el compromiso, un perder la vida por las cosas de Jesús que no son otras que las de nuestra humanización, la humanización del mundo. Las fusión de las miradas sociológica y creyente ofrecidas por Marta Jimenez (socióloga), Nure y Carla (Joc), Sara (Px) y Alexis Moreno (sacerdote diocesano) han posibilitado este hablar desde nuestro peculiar ámbito profesional. Las políticas educativas hablan de Jesús, y no todas reflejan acertadamente su proyecto de humanidad. Nuestra acción educativa también habla de Jesús a través de nuestros estilos educativos, de nuestro modo personal de acercarnos al alumnado, de nuestras organizaciones o estructuras educativas.
En el foro de reflexión sobre educación que hemos llevado a cabo, existen multitud de elementos que dibujan un perfil concreto de Jesús. Porque de Jesús no se puede hablar en abstracto. Nuestros compromisos personales y colectivos son al final los que hablan de Él. Hemos recibido una llamada, un estímulo para seguir anunciando a Jesús desde nuestra condición profesional como educadores, como ciudadanos y como movimiento de Iglesia anunciadora del Reino.
Asamblea de final de curso
"El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios." (Lc, 9, 51-62)
En esta clave de mirar hacia delante, valorando y agradeciendo los frutos del curso que termina, hemos celebrado el 30 de Junio nuestra Asamblea de final de curso. El entorno maravilloso de las medianias de Gran Canaria, en el pueblo de Santa Brígida, agradecidos por la generosa acogida de Javi en su casa, hicieron posible este importante espacio de organización y de celebración a través del cual hacemos experiencia del paso de Dios por nuestras vidas. El recuerdo entrañable de Pepe Alonso nos sigue animando en esa mirada hacia delante en la construcción del Reino de Dios.